lunes, 12 de noviembre de 2012

las habituales


y quién distingue?

recuperé la compostura y. No, recuperé más bien     la postura y. No, establecí los hechos.  Fundamental a recordar en la postborrachera: ojos picantes, ropa rota, sucia, botas rajadas, sí, y ellos? Completo desconocimiento de su paradero. Esto es un hecho banal, los diarios siempre me aburrieron, lo que debo contar es que en la calle, el viento arreciaba con  su hielo erizado en partículas diminutas, en el suelo blanco se abrían calvas y a continuación volvían a taparse, apenas había amanecido, era un día inclasificable, socavado a puños con el mapa. No sabía dónde estaban mis compañeros. Sólo recordaba haber bailado entre el polvo de un galpón en la zona de los prados. Afirmo mis botas, salgo a la calle, boca seca, hambre de cuerpo, no de órgano, no, ni lo intentes. Entonces me acordé de la imagen titubeante de unas almenas ruinosas en la calle de bajada, y luego, bah! el rompimiento vespertino de la fachada infrasoleada del cielo por los ladridos de los perros en celo del lugar, calles cada vez más sólidas, un niño recorre el espacio de la calle con una lentitud infernal, todo el cuerpo tapado excepto una fina ranura que le permite vislumbrar su camino, qué onda, dónde van a estas horas los niños? Corrientes de niños ciclópicos avanzan como mundos quietos, horas se incrustan en las suelas, será lunes, pienso, socavados días contraeltecho. Atravieso la calle del Berros, veo ratas lamiendo monedas, ahí, ahí el camino se dibuja en huellas como hilos, ahí el cielo abre sus brechas alternando con el muro: ventanas raídas como uñas, más cortas de lo normal, sin límite superior, venga edificio destechado, allí deben estar, sin duda, allí, me aproximo, abro la verde puerta de madera destejida y en un solar sin forma, bajo un tejado de chapa, bombean dos bultos enmantados y respiran humos de una hoguera que ya expira. Ah! Creo que me pongo súper contenta en ese momento, sí, súper contenta.


domingo, 26 de agosto de 2012

del lado de acá


“”
una vez comíamos en la calle bajo los cúmulos de edificios desiertos
una brecha se abrió y adentro vimos
cabezas extraterrestres del espacio, incrustadas en los muros
sus llamaradas de fuego en los ojos planos de extraterrestres
y visiones de tigres dibujadas entre brillos en la distancia vacía

pasos puros de la verticalidad
voces exageradamente intensas
aún es pronto para vinear la calle
y vomitar los restos del hielo estomacal,
tras las jornadas del hábito
más me creo los huesos solos y abiertos como tumbas
su golpeteo
el tumbado encuentro del sol con su estricto mutar

gato sopla hoja de una flor enruinas
para abrir la puerta
fecha de la muerte de Kafka en la memoria de la llave
ciudades  del siglo XXI y sus leyes de  retornancia
en un sueño  vienen creciendo mamíferos
habitaciones rellenas de seres no deseados
cuerpos brevísimos de móvil visión:
de la basura al frigo, del vertedero a la mesa

objetiva precariedad de la clase media a la espera de la expulsión
de la enemistad forzada con la casera del piso sin pagar
de la piel picada, enferma de amargura
disputas del hambre
te atreves a decirlo y se corre el rumor
mente cobarde, cuerpo avejentado
muerde tu tierra, arráncate a bailar
la cumbia porteña
te espera
-lado de allá del pacífico, qué esperas-

(como este classic rock de un bar cubano, la calle huertas
donde a estas horas se empieza a oler el ron y la buena hierba
que no puedo pagar
pasa un hombre, una botella de bacardí bajo el brazo
la calle huertas se llena de rubias cabezas
un señor gordo mira beber por la ventana y fuma)

eh! desgarros de la pintura ancestral
visiones extraterrestres
enfrente de casa un hombre atraca la gasolinera y grita: viva Cuba!
enfrente de casa un hombre atraca la gasolinera: botella de ron bajo el brazo
así, quemaduras del alcohol barato
para desentrañar los muros de este acá invernal
islas aparte, recuperemos el mar y sus
carreteras, su polvo

así, alguien sacó medio cuerpo por la ventana
que daba a un parking gigante
escupió, la saliva tardó en chocar contra el primer toldo que sencontró
fumó su cigarro estéril, la ceniza flotó
y eso fue mucho
pero ahora queda el vertido hamletiano:
el hueso de deci-dir
pero dí, dí, venga

sábado, 16 de junio de 2012


un día entero  en recuperar la amargura
tras olvidarla por exceso de actividad
volver a la inacción es duro , clava la culpa y no puede parar
 su afilamiento
lucha ahora por la parálisis, ahora contra ella
en el umbral eternecido
lucha con y contra un leve movimiento que extraiga
del contorno carcelario
la mano corneada, seca como desierto de foto  y sus marcas geométricas
no quiero hacer retórica no quiero hacer retórica
pero sí algo extraño

viernes, 13 de abril de 2012

una carta

ayer empecé a leer a Tanizaki y ya lo adoro. retomo a Bolaño, lo poco que me falta por leer de su obra, con pena, pues pronto lo habré leido todo y entonces en cierto modo lo habré perdido. Camino por la ciudad lluviosa, el aire denso y azulado, brillos raros en la calzada, y es como si el suelo ondulara bajo mis pies, de pronto la onda se levanta fugaz y pierdo el equilibrio, el mareo leve se mantiene toda la tarde, durante varios días, pero no es desagradable. paseo. entro en bares. vuelvo a la calle. sueño con mares arrancados donde sólo quedan desiertos, restos de una revista radical rojinegra; en la calle preciados y paralelas, veo en sueños plantaciones de acampadas, tiendas azules con una luz o dos moviéndose al interior, una mujer es sostenida en el aire por un gancho de hierro, abajo está el mar, el mar es un caldo ceniciento y espeso, la mujer mira al cielo, el gancho se afloja ligeramente, sus pechos se deslizan entre el metal helado y cae cae cae, no es fácil distinguir entre el aire y el caldo, pero de pronto la vista se apaga, la mujer se hunde, nos hundimos, inevitablemente, hacia abajo, en un letargo nervioso. la mujer que murió tres veces, escucho en un altavoz: una muerte fue atroz, las otras dos más calmas, y siento reconocer que la que presencié era una de las calmas. No puedo recuperar el horrible recuerdo de la muerte atroz, pero creo haberla divisado alguna hora de la oscuridad nocturna

lunes, 2 de abril de 2012

de MONÓLOGOS DE LA LOCA


desde la puerta


la loca:

si hablo es porque
tengo algo
que
se rompe
el gallo encerrado
cuando vengan los gatos
a beberse mi leche
recordaré a mi bebé muerto
el que no existió
el bebé muerto
no el gato
al gato hay que matarlo y observar
la herida

ahora producir el cuerpo que faltaba
para poder tocar producir
materiaproducirmateria

porque si camino hacia atrás descanso

lo de después no

cuando habitaba la casa sí
cuando la primera vez que tantas cosas eso sí
cuando las cabras y la mano todavía sí

lo de después no

cuando las heridas presumibles sí
cuando la corteza
cuando la tierra

no lo de después no

no la piedra lisa
la ceguera no

viernes, 30 de marzo de 2012

de RUINAS BLANCAS


(fragmento)

R

perro esquelético embarazado del pecho
pelo moscoso, sarna del lento
lento perro flojo al sol perseguido
pecho embarazado de roca sin madre
vomita su hocico su blanco de polvo
su cara sin carne


sábado, 3 de marzo de 2012

EL VASO ÁCIDO


el lugar era tan ruidoso, bajo el fuego
salía una mujer llevando un crío
corrimos al otro lado de la calle
Madriz crecía en montes y en lo alto la gran casa ardía
entre la madera asolada tubos de fuego enrollado impedían la salida
y el ahogado esfuerzo
entre las cortaduras sonaba R. Serkin
en la proferida amenaza de los árboles deshuesándose a su luz
de muerte, este cruce de dos brillos mínimos en un punto de piel
tiemblan y así la vida privada, mata vidas
mientras arden  los chicos alto ahí, en la antigua fábrica reconstruida

así, el vaso ácido bebido a golpe de espejo
atraiga los años del miedo, carreras populosas
a su cauto cauce quieto donde ni un sonido agite
bajo su recta capa, el aire que transita
y así, la boca exprese en su arrastrado asco
un gesto que alumbre un solo punto de la habitación en prisma
y nazca el vómito de la sola célula ennegrecida que allí flota
la más pequeña y oscura, su margen de polvo, su terco proceder

esta noche quería ir caminando al teatro
sé que odiaré la obra y cuando salga querré destrozarme
pena y enemigos a conciencia
acompasar el golpe privativo de la vida y sus más muertos
acostados sobre tres o cuatro sillas de madera
arrimadas entre sí por mano ingenua



si la célula puede apretadamente procrear su fantasma, un ser deforme y tieso impedirá cualquier grito en la boca del asco, de un pasillo a otro. Impedirá que pase el mundo, arrollando los cuerpos ensillados, hablará desde los puros dientes, como los deshuesados troncos y creerá comprender algo, visitará su sombra negra ínfima desde donde verá, caras abiertas al filo de carnicería sobre las mesas pringosas y su mirada al techo y entonces verá llover sus abiertos sexos como nubes rojas, donde la sangre colorea a un punto las irrigadas líneas de unión de las baldosas. No hay más que decir, pisoteará los flujos de sus vientres queridos, y así, te niegas tú.


viernes, 2 de marzo de 2012

más camino en tren-





lomos de animal en:
-piedra
-gigante
-bosque
el corte exacto
el sonido para cruzar la línea si acaso el roce
luz que muere en su intensidad más alta
aquí primero diente
arrancarse eso, la solitaria encina, y/o salir,

                  piscinas de polvo

me refiero a la importancia del desasosiego, de una oscuridad
quenvuelve de forma concreta
como una cifra o punto/un campo seco
torres allí del canalizador por donde colarse es permanencia
algún tipo minúsculos filamentos deóxido
durante siglos se apoyan en las piedras del borde, y suya, función reductora,
el amarillo
sabes que un milagro de vértices para escaparse
es
completamente amarillo
como nuestra “época del año”
la que dura en busca de una salvación de ausencia
para la pasividad sin miembros para la
parasitaria alimentada en hueso de la inconsciencia misma, ese tipo de
“enormidad infantil”
con cuernos, bicéfalo/a, con cosas deformes en
cualquier caso
al menos flotar en la ciénaga
vapor denso unas ramas que punzan la espalda de otro
recuerdo
la noche, en general, la noche
gritos impronunciables
qué incoherencia
y dramática parada de existirse:
por la cuesta sin nombre
ascienden cristales a la espalda el reflejo de las casas
colores desmentidos
y un tono como rojizo
la excusa
por la cuesta sin nombre
ascienden cristales a la espalda el reflejo de las casas
el no haber tenido tiempo de pensar en otra cosa
salvo
el álamo ahí
suelto
espuma numerosísima hasta el último alvéolo 
vello lo que lleva el agua    
tibio desos hechos                                                                                                                                    
así la luz encontrada de pronto
diagonal 
y tendiendo a cerrarse
y el alimento dormido en la boca
lo que no he contado
la imagen del dolor atravesando muros de otras lenguas, eléctrico
pequeños unos de carne roja casi transparente
tendiendo a esperar lo que debió de ser fluido en un estar atado así
desconocerse en ese tipo de lo que llevo es esto
de nuevo calor
hoy va a ser un día laargo pero no me asusto
ni me quedo sin
voz
ni me quedo sin
recuerdo de pasar el puente azul llegar a la plaza cuadrada y un cristal arriba y agua
cómo condensarlo más?
era un tal allí o una mañana de diciembre
y fuera llovía y todo era fuera y todo era puente, humedal, decía,
y quien respira
aquí?
pero al cruzar el puentela
plaza asoleada
las manos se secan y tocan al fin
otra superficie 

miércoles, 22 de febrero de 2012

desvío ineludible, tierra de Homs




amarillo angustiado contra la pared
rodada de nervios, miembros invisibles
brechas más hondas vienen
vienen bajando semidesnudas
descienden abrazadas  y sin rostro
cruz sobre la boca cerrada a medio aliento
y nunca más respira

a la salida del culto
rayos para recibir a los que desde fuera alaridan
en las baldosas
tierra de Homs asediada
el corte de luz cruza los fetos
la noche ensucia.
contra la forma: despliega y sufre

de quién sea la voz no importa
su rostro clavado sí: arriba de la escala hay más espacio
pero menos aire
así que
este frío es lo mejor, agujero vital

sobre el cartón helado marca su voz la sangre sobre el filo
que le gusta
léalo ahora quien sea, encontrará su marca desnuda

si no vives no recorrerás las vistas solas
el grito animalizado en la noche de pasillo
una presencia abre mundos, cierra bocas, su medio aliento:
automutilaciones perversas
nada vale llorar ahora
vete a enterrar bombas al sur, dice una presencia
al sur, más desnuda quel sol
arrastra los escombros a la luz de la ciudad de Homs
donde alguien vea, en su dispersa exactitud
su “tormenta de mierda”

más más horas y volverán a leer la odisea, fumando un cigarro, en su pérdida
te cagarás en sus dioses homeros a más no poder
vomitarás sus restos partidos en pedazos
volverás a reconocer tu rostro porque quien sea salió hace tiempo
montaña cargada al hombro invisible

arruga esa frente yegüita que hierra
y atragantada
raspa el labio más fino un segundo antes de morir
la paseante calma

llorarás siempre bajo tu asiento de muerte

en Homs unos hombres militares cortaron la luz
y los fetos incubados se mueren
país hundido. de qué hablábamos?
prefiero morir, os quiero
y hay que darlo todo, ahora
antes que nos maten las cifras.

sábado, 28 de enero de 2012


Mientras, es inútil saber que estoy difunto, no lo estoy, me voy retorciendo todavía, los cabellos crecen, se alargan las uñas, se vacían las entrañas, han muerto todos los enterradores…no soy yo el muerto, sino todos los demás
Molloy, Samuel Beckett

sábado, 7 de enero de 2012

oh!



arriba en la plancha fija del cielo
se desplazan los senos secos de toros que antes fueron
la hierba que rodeas



lunes, 2 de enero de 2012

como un cuchillo


















transcripcción poema:


nací en el año de la intifada de las piedras
en una tierra maternalmente estéril
tras la salida de un edificio con múltiples oficios
se llega a sopesar con horror lo que se había venido contemplando
con normalidad poco consciente
cuchillos para rajar carne por donde perforar la vida
sonrisas más negras que el mundo
y la escapada oportuna? oportuna?
alguien queda tendida sobre el sofá agotado, con el vientre abierto
y la luz naranja de una lámpara cubierta por flecos
dora su rostro

calles de humo

es decir:
tras mucho correr de puente en puente
se derramó la bebida que se helaba entre dedos poco pertenecientes
y los fuegos fueron reales esa noche
en el sótano quedaron escondidos los vecinos
yo sólo sentí nudos
después, era el pasado, y el pasado se proyectó agrietado como un  cuchillo
donde sonaba el nocturno más torpe que un pájaro roto

y, para iluminados...estos